Quizás sea una manía, pero somos millones las personas que no podemos abrirnos en cualquier lugar, necesitamos el calor del hogar para dejar ir la “fuerza” (así es como decíamos entre los soldados imperiales cuando queríamos ir a cagar, “voy a soltar la fuerza”, un chiste habitual, que te costaba una multa buena si te oía un superior, cosas de imperios).
Yo es que no me concentro en otro sitio. Tiene que ser en casa. Te aguantas todo el día (eso si que es hacer la fuerza jeje), llegas a casa, coges un libro o un cómic, apagas las luces, enciendes unas velas, te sientas, y a disfrutar. Y es que mi media de tiempo en el váter de de 45 minutos (cosas del paro, claro). Me he leído novelas enteras cagando. Hay que saber disfrutar, yo es que tengo un cagar “tántrico”. Y ni un problema con el olor, porque el casco tiene filtro de rosas para estas ocasiones (además el “fresh un toque” hace milagros – al que lo inventó le tendrían que dar el nobel). Aunque parezca lo contrario, el traje del imperio está diseñado a la perfección para hacer las necesidades, hay una compuerta detrás, que le das a un botón y “zas”, todo al aire (no se llevan gayumbos con el traje, darían demasiada calor)
El ahorra nos hace hacer de todo, pero ante todo somos personas y tenemos dignidad, y no podemos renunciar a cagar en casa!!
Yo, descubriendo los secretos de la fuerza
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